miércoles, 19 de octubre de 2011

¿Para qué crecer? ¿Para qué?

Huele a otoño. Es otoño.
Veo las hojas caer y reflexiono. No quiero que eso me pase a mi, no quiero tornarme rojiza, agrietarme, desprenderme de mi rama y caer en el suelo, siendo amortiguada mi caída por más hojas que allí tiradas esperan a que alguien las rompa de un pisotón, o a terminar entre barro y tierra.
Tengo 14 puñeteros años. ¡14! Y si yo quiero puede ser la mejor época de mi vida. Adiós a las prohibiciones, adiós a obedecer, adiós a todo. No necesito tener 18. Porque en el momento que los tenga, no tendré contra qué rebelarme, lo tendré todo hecho. ¡Soy adolescente! ¡No voy a pasarme toda la adolescencia llorando en mi cuarto por lo injustos que pueden llegar a ser mis padres! Y juro desde este momento e instante no volver a pasarlo mal por nadie. Prometo no enamorarme. Prometo no enamorarme más de lo que ya estoy enamorada, porque hay un amor que siento en cada uno de mis poros hacia eso a lo que llaman Rock and Roll, la pose rockera a la que tachan de comercial, esas canciones que me aíslan del mundo, y esas personitas que están detrás a las que amo tanto como odio por ser tan perfectas. Y que si quiero puedo ser una groupie, que si quiero puedo ser mejor que Lori Maddox o que Pamela Des Barres, o que Anita Pallenberg, pero nunca mejor que Iria Sabina. Porque esta última, es la groupie perfecta.
¡Prometo! ¡Y prometo de verdad no como esos señores trajeados que salen en la tele! ¡Prometo tener a mi instinto como único líder, y que mi religión será la libertad! Me han costado muchas lágrimas llegar hasta este punto en el que estoy confiada. Y creo que no se repetirá eso de agobiarme por no poder ser tan increíble como... bueno, ellas saben que hablo de ellas. Porque algún día brillaré como ellas. Pero no más. Y me queda mucho camino por recorrer, pero si no empiezo ahora no me dará tiempo. ¡Es hora de cometer locuras de las de verdad! ¡De no quedarme apalancada en mi casa tumbada en mi cama sin saber qué hacer! Lo prometo. Cuando sienta que es el momento, huiré. De momento, esperaré, pero no mucho tiempo, escribiendo chorradas de estas, soñando con Madrid, y enamorándome más a cada página que leo de Holden Cauldfield.
May I stay FOREVER YOUNG.

domingo, 9 de octubre de 2011

Felicidades, John.

¿Qué puedo decir de ti que no se haya dicho ya? No importa que estés muerto físicamente. Tú vas a seguir vivo siempre, porque vives en cada uno de nuestros corazones, John. Felices 71, allá donde estés. Te queremos.

sábado, 8 de octubre de 2011

Now she walks through her sunken dream.

¿Qué le hago? ¿Qué le hago si miro a mi al rededor y aunque hay demasiada gente estoy sola?
Quiero ser libre, quiero ser libre. No, mentira. Me basta con sentirlo, con oler la libertad. Y he derramado lágrimas innumerables veces, no de tristeza, sino de impotencia. Porque me creo que puedo volar pero me faltan las alas.
¿Y qué soy? Soy una copia barata de esas chicas increíble a las que admiro y a las que les gusta llamarme todo lo que ellas son. Cuando yo ni les llego a la suela del zapato.
VALOR. Valor es lo que me falta, joder. Quiero ser Iria. Quiero ser Lara. Quiero ser Hei Lei.
Y es curioso, es curioso. Mi "mejor amiga" está hasta el mismísimo de mi, seguro. Porque en el fondo no me conoce. Ni siquiera lee esta mierda. Nadie lee esta mierda. Porque en parte escribo para mí. Y parece que sólo soy la niña loca... ¿Qué digo loca? NIÑA GILIPOLLAS que sólo sabe hacerse la graciosa y que realmente no le importa a nadie. La pesada, la que sólo llamamos para salir para que se traiga su semi réflex.
Y lo curioso es que subestimo a la verdadera gente a la que quiero aquí. Son tres o cuatro personitas a las que nunca había prestado especial atención pero que realmente son increíbles. Aunque eso es otro tema. Ellas son las únicas que tengo a las que puedo ver todos los días que quiera.
Pero luego están las otras a las que por mucho que quiera no puedo. Mentira... Poder puedo. Pero soy una puta cobarde de mierda que lo único que sabe es escribir las ganas que tiene de hacer cosas que nunca hace.
Dios, pasad de mi, no sé ni lo que escribo. Tengo tantas cosas que decir... tantas cosas que nunca he dicho, tantos pensamientos que se quedan siendo solo eso, pensamientos...
Quiero ser yo. Pero no puedo sé cómo.

jueves, 6 de octubre de 2011

Bienvenidos.

Aquí estamos. En esta pequeña porción de esta pequeña porción de universo a la que llamamos Planeta Tierra, vais a poder descubrir mil maravillas que el ojo humano ve pero ignora. Aquí las mujeres son hombres y los hombres son mujeres. Todo es en blanco y negro pero a la vez colorido. De un color que no puede reflejarse ni en las más brillantes y llamativas flores de toda la jungla que rodea el Amazonas. Dentro, bajo este pequeño gran techo de tela -concretamente terciopelo rojo- vais a vivir experiencias que harán que las que viváis fuera os parezcan minúsculas. Así pues, bienvenidos. Los animales hablan, las personas rugen. El cielo se funde con el infierno para crear este lugar en el que el tiempo no es más que algo que pasa ajeno a las enrevesadas mentes de vosotros, los espectadores. Ah, los espectadores... ¡Los jueces! Que vosotros con un aplauso o con un abucheo decidís la suerte de el pobre que actúa para entreteneros. ¡Pero no habéis pagado en vano! ¡No! ¡Porque aquí os vais a divertir! Ahora debo pedirles que se agarren a sus asientos, porque este circo vuela. Sí, han oído bien. VUELA. Vuela hacia donde ustedes quieran llevarlo, a donde ustedes quieran dirigirlo. Pero tranquilos, que aunque vuele, seguirá tan pegado al suelo como el ancho trasero de aquella señora se encuentra pegado a su asiento. Y si quieren ustedes, puede llover aquí dentro. Si lo prefieren, hará sol y los rayos de sol atravesarán la carpa de arriba a abajo y de izquierda a derecha. Hará calor, hará frío. Porque vosotros y no yo, sois los directores de la función. ¡Y ahora, si me disculpan, debo dar comienzo a esa series de maravillas que van ustedes a vislumbrar desde sus asientos!

miércoles, 5 de octubre de 2011

Hoy mi boca calla, pero mi mente grita FELICIDAD.

 
Porque hoy para mí no hay viento, hay una leve brisa fría otoñal que da movimiento a mi pelo. Porque hoy para mí no hay un amado, hay amor repartido por ahí. Porque hoy en la música veo música y no sólo sonido. Porque hoy dibujo algo y cobra vida, pienso algo y también lo hace.
Felicidad sin motivo alguno. Uno de los mejores tipos de felicidad.
Porque hoy soy Layla Rolling, digan lo que digan. Porque hoy mi sonrisa se contagia. Porque mi cámara hoy plasma en imágenes lo que quiero. Porque hoy estoy viva, y más que nunca.
Porque ya estoy en Madrid aunque me queden tres meses. Porque hoy compongo poemas en cada hoja desperdiciada de una libreta. Porque hoy todo va bien. Porque nada me va a estropear este increíble día. Porque hoy no quiero rebelarme como de costumbre. Hoy soy feliz. Mañana puede que no. Pero me quedo en el presente.
Y quizás mañana sueñe con el pasado.
¿Pero qué más da?

sábado, 1 de octubre de 2011

Who are you?

¿Quién eres tú, que cuando te quieres dar cuenta ya es demasiado tarde?
¿Quién eres tú, que hueles la libertad pero te limitas a respirar el aire?

Si tuviera una respuesta, si supiera responder.
Pero este no es el caso, tampoco lo fue ayer.

Y entre miradas de gente anónima,
escuchando a una Janis falsa,
bailando poco y sin sentirme viva,
pensé "en este momento, el tiempo no pasa".

Pero pasó, el tiempo,
como la arena que aunque no quiera se me escurre entre los dedos,
como las grandes oportunidades que se escapan por culpa de mis miedos.

¿Quién soy yo, que me escondo tras una máscara para decir toda la verdad?
¿Quién soy yo, que no sé ni lo que hago ni sé lo que quiero en realidad?