sábado, 24 de diciembre de 2011

Merry Christmas, I don't wanna fight tonight.

Y al fin llegó la víspera de Nochebuena. Ha venido silenciosa, y de forma rápida, ninguno nos hemos dado cuenta hasta que nos hemos visto rodeados de familiares, escuchando villancicos, y comiendo más que ningún otro día. Hay quien pasa las Navidades con los Ramones sonando de fondo, otros con Sinatra. Pero siempre es la misma Navidad la que viven, aunque de forma distinta.
Pensé que yo iba a pasar estos días en la preciosa capital de este estúpido país, pero no ha podido ser. Y tras superar esa gran decepción que fue no poder hacer lo que tanto quería, he aceptado que si no se puede ahora, no pasa nada, ya se podrá. Y Lara Dylan con sus ojos verdes podrá admirar la iluminada Gran Vía, y oler el olor a invierno del parque del Retiro. Hei Lei se lo pasará genial, como siempre, con sus juergas y su rock and roll.
Yo mientras tanto, intentaré sobrevivir a estas horribles Navidades que son más horribles que nunca. No me importan los regalos que haya debajo del árbol, que de todos modos no van a ser muchos. Nada podría arreglar esta Navidad, sólo poder pasarla en Madrid.
Soy una persona a la que no le gusta mucho la Navidad. Odio estas fiestas. Pero que no me guste la Navidad no significa que no me guste el invierno. Esa estación fría en la que bebes chocolate caliente y te duermes tapada hasta la nariz. En la que usas el frío como escusa para que te den un abrazo. En la que Layla Wild puede llevar sus abrigos de pelo y sus sombreros. Pero nada podría sustituír a los veranos del amor ni a las primaveras floreadas. Ni siquiera todos los inviernos del mundo podrían sustituír la Navidad en Madrid.
La Nochebuena me parece una cena llena de falsedad. Los familiares que no se llevan bien tienen que reunirse de forma casi obligatoria y contarse cosas. Al final tengo que aguantarlos berrear villancicos en los que nadie nunca canta la misma letra. Mis primas discutiendo, mi hermano quemando cosas, mi tío discutiendo con mi abuelo de política, mi abuela que se mea de la risa... ¡Joder! ¿No es estresante? Pero vamos, que no pasa nada. FELIZ NAVIDAD, NO QUIERO PELEAR ESTA NOCHE.
Ya no sabe qué hacer ni cómo reaccionar, ella ha perdido el control. Otra vez. Mira con superioridad a las grises personas que rodean su mundo en blanco y negro. Está encerrada en su triste habitación y encerrada en sus tristes pensamientos, deseando no estar allí ni en ninguna parte.
Sabe que Bowie no es de este mundo, sabe que la vida no es tan fácil como cuando era una niña. Lo que no sabe es que aun es una niña. Las personas la quieren, y ella se toma ese amor como un odio doloroso. Le repugna la vida en este planeta, y sabe que no tiene por qué seguir los modelos de vida que se le han impuesto. Siempre vio el mundo al revés.
Pero esta vez ha perdido el control, sus pupilas dilatadas no ven más que soledad a su alrededor. Y baila como si no hubiera mañana, porque no le importa nada ni ella le importa nadie. Al menos eso es lo que ella cree. Las responsabilidades se le echan encima como una avalancha de la nieve más blanca y fría que jamás haya nevado del cielo. Y se agobia.
Se ahoga en el mar de lágrimas que ella misma lloró, sin control ninguno porque... lo ha perdido.
Ella ha perdido el control otra vez. ¿Ella? Él es quien de verdad lo ha perdido. No existe esa chica, no existe la chica descontrolada. Siempre fue él.
He's lost control again.



jueves, 22 de diciembre de 2011

And you and I.


No me preocupa que las tupidas nubes no me dejen sentir en mi cara los cálidos rayos de sol. Porque hoy veo brillar el mundo. Hoy te quiero, mañana también, pero pasado mañana ya no te querré. Y te volveré a querer.
Pero no dejaré, no permitiré y no quiero, que seas tú quien decida si los días me sonríen o se muestran grises. Yo controlo el tiempo que pasa tan rápido como el agua cristalina que fluye por el río en el que me veo reflejada tal y como soy cuando me miro. Son tan pocos los años, pero tantos los días.
Y te compondré una canción preciosa, que hable de ti y del tiempo en el que todo era precioso cuando nada era verdad y todo estaba en mi cabeza. Le pondré un nombre bonito que nada tenga que ver con el tuyo.
Pero ahora sólo quiero bailar en Marte con Marc Bolan y Ziggy Stardust, alejarme de la realidad que no tiene nada que ofrecerme de momento. Salvo las puestas de sol y los amaneceres que todos vemos, estemos donde estemos, seamos como seamos, vistamos como vistamos, amemos a quien amemos. Todos vemos el mismo sol, la misma luna, y algunos miran desde arriba junto a las estrellas, donde las nubes no alcanzan.
No quiero amor, no quiero amor. No quiero que me feliciten la Navidad. Lo hagan o no, la luz del sol seguirá brillando igual.
Quiero versos de las groupies de los poetas, y películas extrañas. Quiero decirle a ella, que en ser perfecta nadie la gana. Decirle que puede salir de sus 80, y venir al presente. Dejar a un lado a los Rodríguez, a los Ronaldos y a Tequila para ver que aun hay esperanza. La chica de Sabina. No llores más, y dejaré de hacerlo yo.
Y esta vez, dando la bienvenida al frío invierno, he visto un tímido rayo de sol escaparme de entre sus grises compañeras llamadas nubes que lo tenían aprisionado. Me he dicho a mi misma "Hoy es un nuevo día que mañana tendré que tirar a la basura junto con los demás días pasados."
Intentar vivir el presente y que te descuides un momento, y el presente se vuelva pasado, y tú te vuelvas pasado con él. Madrid está lejos, y yo no hago más que alejarme de ella. Pero Madrid siempre ha estado conmigo.
No en todos mis inviernos nieva.
La revolución empieza en Madrid, Algeciras, Vigo, Alicante. Y Pontevedra.


sábado, 17 de diciembre de 2011

"C'est la vie" say the old folks, It goes to show you never can tell.


Nadie me toma en serio, pero no me importa, yo sí que me tomo en serio. Y he estado reflexionando sobre lo que realmente merece la pena de esta vida. ¿Y si las cosas más simples, y si en esas cosas, es donde está la auténtica felicidad? A lo mejor, en un futuro, me veo sacando algo de dinero como camarera en un restaurante de carretera típico americano, con un peinado cincuentero, y con una respuesta ingeniosa para todo.
Y a lo mejor después me despiden, y decido a los pocos días, atracar el sitio de forma educada como Thelma, y huir a México con Louise.
Pero en cierto modo, nunca puedes decidir qué va a pasar, ni cómo. Pero sé más o menos sobre qué guión es el que quiero improvisar. Y ser impredecible, que me vean de otra forma. Algún día me cortaré el pelo como lo lleva Mia, de Pulp Fiction. Y bailaré en bares retro canciones de Chuck Berry.
También tengo pensado morir joven, pero no morir, fingir mi muerte, renacer de mis cenizas cual fénix. Porque, al igual que el fuego va consumiendo lentamente un cigarrillo, el tiempo nos arrebata la vida de forma lenta e imperceptible. La llama recorre la mecha hasta llegar al final y apagarse.
Pero en mi caso, al final de la mecha, hay una bomba.

jueves, 15 de diciembre de 2011

And you didn't like school and you know you're nobody's fool.


Te engañan, nos engañan. Me engañan.
Me hago ilusiones, me hago creer que soy feliz cuando realmente eso que llaman felicidad podría tenerlo de no ser porque me lo esconden. Según ellos para que aprenda a que todo en la vida no es lo que nos gusta, o en otras palabras, tienen envidia de que yo tenga suficiente fuerza de voluntad para conseguir que todo me vaya como me gusta.
La puta adolescencia, esa edad en la que por fin puedes desarrollar una opinión propia pero no hay nadie que la escuche. O peor, la escuchan, y se ríen de ti.
No pienso entrar jamás en esa máquina a la que muchos llaman vida, y no pueden alejarse más de esa palabra. Vivir no es sinónimo de existir.
No quiero ser otra oveja más del rebaño, no quiero ser una abeja obrera que sirve a su reina.
Ya no hay Madrid, ya no hay nada, no estoy nada motivada. Y sinceramente, no me importaría estar bajo tierra. Pero mi consuelo, mi único consuelo, es que me quedan cuatro años, sólo cuatro años. Y seré libre, pero libre de verdad, del todo.
Riéndome desde mi propio mundo, de los que en el suyo, son sólo engranajes de la máquina.
Es triste que las únicas personas que me comprenden mejor que nadie, estén dentro de esos preciosos discos de vinilo negro, y que sólo pueden manifestarse cuando los hago girar y la aguja roza sus surcos.

jueves, 8 de diciembre de 2011

All aboard that train.

Me atrae la idea, que una vez oí en una película, de irme a vivir a un país exótico y extraño para cambiar de vida. Alejarme del ajetreado mundo de Europa y escaparme al místico Marruecos, a la India, o cualquier país para mi desconocido.
E irme en tren, con no mucho dinero, y a lo mejor acompañada de alguna amiga soñadora. Cambiarme el nombre, cambiar mi vida.

martes, 6 de diciembre de 2011

A friend with needs is a friend indeed, a friend with weed is better.

Desde siempre nos acostumbran a diferenciar entre lo que está bien y lo que está mal. Está bien obedecer a tus padres y no destacar, está mal contestar con tu opinión si es distinta a la de tus superiores y hacer lo que quieras sin consultarlo.
¿Quién se supone que ha decidido lo que está bien y lo que está mal? El bueno siempre es el protagonista de la película, y el malo al final muere. Con eso nos enseñan que hay que ser buena persona porque si no lo pasas mal. Perdóname, Karma, por esto que voy a decir, pero sinceramente, ser el malo tiene que ser más divertido.
¡No digas palabrotas! ¡No pegues a tu hermano! ¡No comas eso! ¡No fumes! ¡No bebas! ¡No vayas con esa gente!
Crees que eres mejor por obedecer. Tus padres llevan repitiéndote lo mismo desde siempre, ellos han planeado tu vida. Y tu aceptas las órdenes. No las aceptes si no quieres. No tienes por qué hacerlo.
Al fin y al cabo vamos a morir todos. Realmente... ¿Quién puede confirmarme que está vivo? ¿Quién lo sabe? A lo mejor todo lo que conoces, todo esto a lo que llaman Realidad, es más irreal de lo que parece.
Todo lo que te gusta es malo, y todo lo malo te llama. No cometas el error, no escuches nunca Rock and Roll, porque entonces jamás podrás volver.
Y sin darme cuenta, me he convertido en esa clase de mala influencia de la que mis padres quieren protegerme.

sábado, 3 de diciembre de 2011

Crack baby crack, show me you're real.

Esta entrada va dedicada a una o dos zorras que alguna vez tuve el placer de conocer. Puede que sean más de dos.
Todos conocemos a alguna persona a la que nos encantaría meter una hostia sin piedad para que se le quite la tontería, pero tenemos que controlar nuestros instintos asesinos. Hablo de esas personitas con la hipocresía como principal ejemplo a seguir, que andan por ahí autocriticándose a ellas mismas, para que les recuerden lo guapísimas que son y lo buenas que están, por mucho que ellas lo sepan ya. No puedes venderte por ahí como si fueras una mierda con coño, si no quieres encontrarte luego cara a cara con las consecuencias. ¿Te divierte? A nosotros si que nos divierte ver cómo, ilusa, te crees una rompecorazones cuando no pasas de puta gratis. Entiendo que puedes hacer lo que te de la gana, y yo soy la primera que va por ahí diciendo que lo mejor es ser una zorra sin sentimientos. Pero si vas a ser una zorra, sé una zorra bien y con orgullo, no un órgano genital pegado al cuerpo de una chica.
Venga, huye, corre a hacerte fotos en sujetador enfrente del espejo de tu cuarto de baño para subirlas al tuenti.

If the sun refused to shine, I would still be loving you.

Estaba dispuesta a cantarte las canciones más bonitas que jamás se habían escrito, a rimarte versos que te harían llorar de emoción, pero sé que estas cosas ya no van contigo. No sé por qué me he esforzado tanto, si ha sido todo en vano. Soy un ser humano como otro cualquiera. Bueno, como otro cualquiera puede que no, pero soy un ser humano y por lo tanto tengo sentimientos. A veces no los controlo. A veces no controlo nada, nunca lo hago. Soy de esas personas que siempre piensan las cosas... sí, claro, pero una vez las he hecho.
Pero tras todas esas lágrimas que habré podido llorar por ti, sin conocer realmente la razón, estás tú. Y querría agradecerte todas esas maravillosas cosas que he aprendido porque me las he enseñado al igual que seguro que de mi algo has aprendido, todos esos buenos momentos, todo. Me encantaría de verdad agradecértelo, darte las gracias, darte un abrazo, y no volver a llorar más de tristeza o de verguenza. Pero ¿Sabes? Soy tan orgullosa que no creo que lo haga. Sí, no creo que lo vuelva a hacer. De todos modos, gracias.

jueves, 1 de diciembre de 2011

Science fiction, doble feature.


Quizá cuando la oscuridad tiñe el cielo de negro salpicado de estrellas, y la ciudad se vuelve peligrosa, hay personas que se levantan de su ataúd diario, y se preparan para morder el cuello de la más inocente víctima y beberse hasta la última gota de su dulce vino rojo al que llaman sangre, todo metafóricamente hablando. O no, quién sabe.
Coger un cohete a Transexual, en la galaxia de Transilvania, y ponerte un precioso traje de lentejuelas. Donde los hombres sean mujeres. Pero mientras tanto, en la tierra, será mejor que el Dr. Frank se quede en su castillo construyendo hombres perfectos.
Y vosotros, pequeños seres insignificantes y atónitos por lo que vuestos ojos ven, será mejor que os unáis a la fiesta y bailéis el Time Warp hasta que os desmayéis por puro cansancio. Porque cuando lo hagáis, no volveréis jamás a ser esas odiosas criaturas que fuisteis en un principio. Es el golpe pélvico el que realmente te enloquece.
En realidad ¿Qué hay de malo en que nosotros dos nos entreguemos al placer? Vamos, Brad, Janet no lo sabrá nunca, pero si se entera, no te preocupes, que ella se está tirando a Rocky y se ha convertido en una zorra de cuidado. Sinceramente, el mundo ha dado la vuelta en ese castillo tan underground. El telón se cierra. Y recuerda, siempre puedes ser lo que quieras. But...
DON'T DREAM IT, BE IT.