domingo, 19 de agosto de 2012

Todos los versos de Heroes con las faltas de un chaval, aún están.

Bien.

Me siento bien, pero te echo de menos, y sólo llevo dos días sin verte.

Si hace poco más de un mes alguien me hubiera contado lo que iba a ocurrir, probablemente me hubiese reído en su cara. No le hubiera creído.

Esto ha sido completamente impredecible, y me alegro de que así fuera.
Ya sé que siempre digo que no tengo que dejar que mi felicidad dependa de nada ni nadie, pero soy feliz dejándote hacerme feliz, porque sé que así lo eres tú también.

Y vamos a tener que aguantar muchos comentarios que intenten separarnos y hacer que esto se vaya a la mierda, pero, ¿Sabes? Por un oído me entra y por el otro me sale.

No quiero un para siempre, no quiero un futuro, no quiero un pasado. Eres mi presente.

Lo mejor es que nadie lo comprende. No lo intentan siquiera. Que no lo intenten. Yo sólo busco que nadie lo entienda, que nos rajen la espalda al pasar, que nos siga la prensa.

Te voy a confiar un secreto, ojos verdes:

Me encantas.

martes, 14 de agosto de 2012

Una dolorosa despedida.

Recuerdo aquel día en el que apareció en mi vida, hace casi dos años, de una forma completamente aleatoria. Sería el destino, algo iba a hacer que nuestras vidas, ambas completamente diferentes, se conectaran. 
Y ya, al saber el motivo, me demostró que era una persona única. Una amiga única, que bajo el anonimato intentaba ayudar a la persona a la que amaba... o ama. El caso es que las cosas dieron la vuelta, y terminé amándolo yo también. 
Ella adora pensar que fue su culpa y sentirse mal, pensar que si jamás hubiera aparecido en mi vida yo jamás me hubiera enamorado de él. Y quizá sea cierto, pero me alegro mucho de haberme enamorado, porque ahora que todo ha pasado, es cuando me doy cuenta de lo mucho que he aprendido.
Y ahora que las cosas empiezan a irme bien, pensé que la tenía, pensé que ella iba a seguir ahí siempre.
Pero no es cierto.
Todo por un error mío, por no demostrarle lo mucho que me sirven sus consejos, lo mucho que la quiero y lo importante que es para mi. 
Comprendo su decisión, quizá sea mejor para las dos, pero voy a echar de menos a la anónima que me llamaba Capullito y un día decidió empezar a llamarme Florecilla, a la que aterrorizaba el pensar que podría descubrir su identidad y a la que se convirtió para mi en algo como una hermana mayor.
No sé si ella estará leyendo esto, pero ojalá que sí. 
Te vas sin saber el final de la historia, aunque tampoco es la tuya. Confío en que algún día, sin máscara, te encuentre dentro de unos años, y recordemos toda esta historia como una tontería adolescente. O no.
Te voy a echar muchísimo de menos, te quiero.
Adiós.