jueves, 10 de abril de 2014

Vejez nacional.

La juventud es fuego cuando lucha,
la juventud es sentido, es pasión.
La juventud hace la revolución
cuando la madurez ya no le escucha.

Un pueblo envejecido, de mucha
costumbre y de mucha absurda tradición,
sin juventud nunca pasará a la acción
el día que ya nada haya en su hucha.

Si nuestros jóvenes echan a volar,
condenan a este pueblo a ser esclavo,
a hundirse poco a poco en las arenas.

Creyendo ser libres por poder votar,
este triste pueblo se habrá agachado
y gritará ¡que vivan las ca'enas!





miércoles, 9 de abril de 2014

Soneto dedicado a los momentos de soledad cuando no hay papel.

Tú, que tras los duros momentos estás
para limpiar y borrar su recuerdo.
Tú que eres la calma tras el esfuerzo,
mi consuelo cuando aún queda algo más.

Tú, de complexión blanca como la sal,
de agradable tacto es todo tu cuerpo.
Sin ti, de disgustos ya me habría muerto
pues es inútil tratarte de cambiar.

Te juro que ahora siento que me faltas
en este ambiente cargado y tóxico,
tanto que me llega a hacer daño.

Qué tristes son las horas cuando pasan
si no se tiene papel higiénico,
qué triste está este cuarto de baño.




martes, 8 de abril de 2014

Soneto rescatado de mi verano de las sonrisas (2012) y continuado ahora mismo.

VIVIR JUNTOS, MORIR SOLOS.

Y si en el esperar a la mañana
se torna fugaz lo que llega tarde,
yo, sin ser valiente ni ser cobarde
no espero ni a las arrugas ni a las canas.

Que cuando por ti suenen las campanas
y yo extrañe en ti el fuego que ahora arde,
tenga la certeza de que fui parte
de otra desperdiciada vida humana.

De nada sirve vivir en la pena,
tampoco lamentar haber nacido,
ya que todo quejarse es en vano.

Cuando ya no tengas sangre en las venas
y tu cuerpo esté medio podrido,
podrás llorarle en paz a los gusanos.

domingo, 6 de abril de 2014

Soneto a unos ojos bonitos.

A ojos del público que nos mira,
te pones en el papel de no sentir.
Por eso te ves obligado a mentir;
ya ni me quieres, ni me necesitas.

Ahora que yo dedico mi vida
a asuntos míos, y me alejo de ti,
sé que me piensas cuando vas a dormir,
y que tus manos extrañan las mías.

Nos mordemos la cola, pescadillas
es lo que somos y siempre seremos
por más que nos empeñemos en cambiar.

Fuiste sueño, ahora pesadilla.
Dijiste que te saqué del averno,
pero yo hoy me hundo en el fondo del mar.