Recuerdo y recuerdas cuando éramos sólo niños. Es verdad que ahora hay algunos críos que me resultan asquerosamente insoportables. Pero a veces otros me sorprenden y me recuerdan cómo fui una vez. Tiene gracia, no llego a los 14 años y ya hablo como un vejestorio de más de 40. Qué se le va a hacer, así soy yo. Pero a lo que íbamos, la forma de ver las cosas que tienen los niños. Un niño se enfada con su amigo, y por mucho que le diga que no va a volver a hablar con él en la vida, a los cinco minutos ya están otra vez jugando como si nada hubiera pasado. Para los niños, el orgullo está por debajo de la felicidad.
Y sobretodo esa forma de pensar. Mis padres me dicen siempre "hasta que uno no llega a adulto no es capaz de pensar bien por sí mismo". Yo pienso que cuando uno llega a adulto, lo que ocurre no es que madura ni nada de eso. Creo que lo que ocurre es que se pierde la ilusión por la vida. Donde un adulto ve lluvia, un niño ve llorar a las nubes. Donde un adulto ve una puesta de sol, un niño ve una lucha entre guerreros dentro del sol que ha provocado que el cielo se vuelva naranja. Donde un adulto ve nubes, un niño ve algodones de azúcar con forma de animales. Las cosas se vuelven sosas y normales. Nos acostumbramos a esas cosas y nos olvidamos de lo bonitas que nos parecieron una vez.
Cuando un niño dice que quiere ser astronauta, lo dice en serio, pero los adultos no hacen más que reirse de "las ocurrencias del crío". Pero ese niño cuando cierra los ojos, ve las estrellas al alcance de su mano, al planeta tierra del tamaño de una naranja, y se imagina a sí mismo dando vueltas sin gravedad.
Es tan sólo un pequeño ejemplo. Con esto, querido extraño, tan sólo quería decirte que no madures. Que intentes no perder esa forma de ver el mundo que tenías cuando pequeño, y si la has perdido, que la recuperes. Y fíjate en el color de la hierba verde en invierno, en lo bonitos que son los ojos de cerca, y en lo agradable que es el calorcito que desprende una hoguera.
We are not two, we are one.
jueves, 26 de enero de 2012
domingo, 15 de enero de 2012
La poeta.
Con los ojos oscuros y bien abiertos,
pasea la poeta de larga melena.
Hacia un futuro bastante incierto,
y sin el más mínimo sentimiento de pena.
De día dedica sus versos al sol,
de noche cual loba aulla a la luna.
Y cuando ambas poetas al alba gritan al son,
se fusionan las dos para dar lugar a una.
Que el viento se lleve mi mente lejos,
pues de atormentarme no cesa.
El día que ambos nos hagamos viejos
recordaré esos besos que sabían a fresas.
Besos que me atreví a rechazar,
y la hice llorar, le hice daño.
Me sumergiré en aquel mar de tristeza,
y entre sus lágrimas cálidas me daré un baño.
¿Podré olvidarla algún día?
¿Recordará ella mi nombre?
Observé temblar a mis manos frías.
Sin ella, ya no soy un hombre.
¡Parad el tiempo y parad la vida!
Grité para nadie, desesperado.
Entonces la vi sonreír divertida
ante mis ojos grises y mi cielo nublado.
Pero era otra muestra más de mi locura,
no era más que una alucinación.
Ojalá pudiera encontrar una cura,
para librarme de sufrir más con este amor.
La poeta de la risa de hiena,
la bruja de los románticos versos,
se ríe de mí tras la luna llena.
Y yo no soy más que un esclavo de sus besos.
sábado, 14 de enero de 2012
Ahora.
Creo que es hora de decir lo que nunca os ha dicho nadie. Lo que pensabais que nunca ibais a oír y os equivocabais. Llevais toda vuestra vida siguiendo a la voz de un superior que os indica vuestro camino. Parece normal, estáis acostumbrados a ello. Las cosas funcionan así, si no todo sería un caos, ¿No? Si os fijáis, nos estamos convirtiendo en robots que sólo saben seguir órdenes. Vivimos en un mundo en el que sólo podemos decir lo que otros esperan oír y donde la opinión propia es algo impensable para muchos. Nos dicen que tenemos suerte de vivir en un mundo de libertad, y por eso nos relajamos y dejamos de luchar por ello. Podéis pensar que antes teníamos menos libertad, pero en cierto modo, teníamos más cosas por las que luchar. Y si ahora hay menos cosas por las que luchar, la gente no lucha. Vivís bien, habéis aceptado un destino gris y completamente normal. Sabéis de dónde venís y a donde vais. Pero no lo habéis elegido vosotros. Es posible que algunos ya hubieran nacido con ese destino escrito en algún rincón de su poco compleja mente. Vivimos en la época de la falsa libertad, de los falsos derechos, del dinero por encima de todas las cosas, y del rechazo a los sentimientos.
Mirad los medios de comunicación, dominados por marionetas que nos mienten, anoréxicas que están donde están por su ahora de moda físico, y cerdos rodeados de putas que escupen basura por sus bocas y lo llaman música.
Otro ejemplo de ello es la enseñanza, que por lo menos en este país no se valora, y que ha perdido completamente su sentido original. ¿Para qué eran las escuelas antes? Antes su función era enseñar para hacer más fácil la vida, para aumentar el nivel de cultura y más que nada para saber más. Ahora su único fin es prepararnos para conseguir un trabajo en un futuro que es más feo de lo que nos dicen. Ya no se valoran los sueños, son algo que la gente tiene pero que está segura de que nunca se hará realidad. Si quieres algo, lucha por ello. Deja atrás el pesimismo. Hazme caso, que si realmente crees en ello, te esfuerzas, y lo quieres de verdad, probablemente lo consigas. El problema es que nos ponemos límites y nos falta lo más importante, que es la confianza en nosotros mismos. La gente no confía en nosotros y por eso nosotros no confiamos en nosotros. Pero si confias en ti mismo, la gente que diga lo que quiera, que dentro de unos años podrás callarle la boca a todos con tus exitosos resultados en aquello que te propusiste.
Dejaos de tonterías de ser realista. ¿Qué es eso de ser realista? ¿Qué es la realidad? No tienes pruebas de que todo eso que te dicen que es real al final sea mentira y esto no esté ocurriendo. La vida es un camino que te enseña cosas. Concéntrate en vivir, y olvida todo lo demás. Pero recuerda que no es lo mismo vivir que existir simplemente.
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Otro ejemplo de ello es la enseñanza, que por lo menos en este país no se valora, y que ha perdido completamente su sentido original. ¿Para qué eran las escuelas antes? Antes su función era enseñar para hacer más fácil la vida, para aumentar el nivel de cultura y más que nada para saber más. Ahora su único fin es prepararnos para conseguir un trabajo en un futuro que es más feo de lo que nos dicen. Ya no se valoran los sueños, son algo que la gente tiene pero que está segura de que nunca se hará realidad. Si quieres algo, lucha por ello. Deja atrás el pesimismo. Hazme caso, que si realmente crees en ello, te esfuerzas, y lo quieres de verdad, probablemente lo consigas. El problema es que nos ponemos límites y nos falta lo más importante, que es la confianza en nosotros mismos. La gente no confía en nosotros y por eso nosotros no confiamos en nosotros. Pero si confias en ti mismo, la gente que diga lo que quiera, que dentro de unos años podrás callarle la boca a todos con tus exitosos resultados en aquello que te propusiste.
Dejaos de tonterías de ser realista. ¿Qué es eso de ser realista? ¿Qué es la realidad? No tienes pruebas de que todo eso que te dicen que es real al final sea mentira y esto no esté ocurriendo. La vida es un camino que te enseña cosas. Concéntrate en vivir, y olvida todo lo demás. Pero recuerda que no es lo mismo vivir que existir simplemente.
CARPE DIEM
domingo, 1 de enero de 2012
Love is all, love is you.
Quiero hablaros del amor.
No creo en él de la forma en la que otros creen, no creo que haya una persona para cada uno, y no creo que sea ciego. Pero lo he vivido de cerca, y sé de verdad que duele.
Quiero hablaros de otro tipo de amor.
Quiero hablaros de la fuerza que hace girar al mundo, de eso que nos ha enseñado a sonreír desde que éramos pequeños, del abrazo más tierno, de la lágrima más cristalina. Del azul del mar en verano, del gris del cielo en otoño. De las oscuras golondrinas que me prometieron volver pero aún no han vuelto en mi balcón sus nidos a colgar. De la inocente mirada de los niños y de la triste mirada de los adultos que crecieron sin querer.
Nuestra estúpida necesidad innecesaria impuesta por la sociedad de encontrar a ese "alguien" que no existe. Somos personas independientes, nuestra felicidad no debería depender de nada ni nadie. Aun no ha terminado, chica triste. Seamos siempre nosotros mismos, y no la mitad de una naranja incompleta. Existe el amor. Sé que existe.
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