sábado, 24 de diciembre de 2011

Merry Christmas, I don't wanna fight tonight.

Y al fin llegó la víspera de Nochebuena. Ha venido silenciosa, y de forma rápida, ninguno nos hemos dado cuenta hasta que nos hemos visto rodeados de familiares, escuchando villancicos, y comiendo más que ningún otro día. Hay quien pasa las Navidades con los Ramones sonando de fondo, otros con Sinatra. Pero siempre es la misma Navidad la que viven, aunque de forma distinta.
Pensé que yo iba a pasar estos días en la preciosa capital de este estúpido país, pero no ha podido ser. Y tras superar esa gran decepción que fue no poder hacer lo que tanto quería, he aceptado que si no se puede ahora, no pasa nada, ya se podrá. Y Lara Dylan con sus ojos verdes podrá admirar la iluminada Gran Vía, y oler el olor a invierno del parque del Retiro. Hei Lei se lo pasará genial, como siempre, con sus juergas y su rock and roll.
Yo mientras tanto, intentaré sobrevivir a estas horribles Navidades que son más horribles que nunca. No me importan los regalos que haya debajo del árbol, que de todos modos no van a ser muchos. Nada podría arreglar esta Navidad, sólo poder pasarla en Madrid.
Soy una persona a la que no le gusta mucho la Navidad. Odio estas fiestas. Pero que no me guste la Navidad no significa que no me guste el invierno. Esa estación fría en la que bebes chocolate caliente y te duermes tapada hasta la nariz. En la que usas el frío como escusa para que te den un abrazo. En la que Layla Wild puede llevar sus abrigos de pelo y sus sombreros. Pero nada podría sustituír a los veranos del amor ni a las primaveras floreadas. Ni siquiera todos los inviernos del mundo podrían sustituír la Navidad en Madrid.
La Nochebuena me parece una cena llena de falsedad. Los familiares que no se llevan bien tienen que reunirse de forma casi obligatoria y contarse cosas. Al final tengo que aguantarlos berrear villancicos en los que nadie nunca canta la misma letra. Mis primas discutiendo, mi hermano quemando cosas, mi tío discutiendo con mi abuelo de política, mi abuela que se mea de la risa... ¡Joder! ¿No es estresante? Pero vamos, que no pasa nada. FELIZ NAVIDAD, NO QUIERO PELEAR ESTA NOCHE.
Ya no sabe qué hacer ni cómo reaccionar, ella ha perdido el control. Otra vez. Mira con superioridad a las grises personas que rodean su mundo en blanco y negro. Está encerrada en su triste habitación y encerrada en sus tristes pensamientos, deseando no estar allí ni en ninguna parte.
Sabe que Bowie no es de este mundo, sabe que la vida no es tan fácil como cuando era una niña. Lo que no sabe es que aun es una niña. Las personas la quieren, y ella se toma ese amor como un odio doloroso. Le repugna la vida en este planeta, y sabe que no tiene por qué seguir los modelos de vida que se le han impuesto. Siempre vio el mundo al revés.
Pero esta vez ha perdido el control, sus pupilas dilatadas no ven más que soledad a su alrededor. Y baila como si no hubiera mañana, porque no le importa nada ni ella le importa nadie. Al menos eso es lo que ella cree. Las responsabilidades se le echan encima como una avalancha de la nieve más blanca y fría que jamás haya nevado del cielo. Y se agobia.
Se ahoga en el mar de lágrimas que ella misma lloró, sin control ninguno porque... lo ha perdido.
Ella ha perdido el control otra vez. ¿Ella? Él es quien de verdad lo ha perdido. No existe esa chica, no existe la chica descontrolada. Siempre fue él.
He's lost control again.



jueves, 22 de diciembre de 2011

And you and I.


No me preocupa que las tupidas nubes no me dejen sentir en mi cara los cálidos rayos de sol. Porque hoy veo brillar el mundo. Hoy te quiero, mañana también, pero pasado mañana ya no te querré. Y te volveré a querer.
Pero no dejaré, no permitiré y no quiero, que seas tú quien decida si los días me sonríen o se muestran grises. Yo controlo el tiempo que pasa tan rápido como el agua cristalina que fluye por el río en el que me veo reflejada tal y como soy cuando me miro. Son tan pocos los años, pero tantos los días.
Y te compondré una canción preciosa, que hable de ti y del tiempo en el que todo era precioso cuando nada era verdad y todo estaba en mi cabeza. Le pondré un nombre bonito que nada tenga que ver con el tuyo.
Pero ahora sólo quiero bailar en Marte con Marc Bolan y Ziggy Stardust, alejarme de la realidad que no tiene nada que ofrecerme de momento. Salvo las puestas de sol y los amaneceres que todos vemos, estemos donde estemos, seamos como seamos, vistamos como vistamos, amemos a quien amemos. Todos vemos el mismo sol, la misma luna, y algunos miran desde arriba junto a las estrellas, donde las nubes no alcanzan.
No quiero amor, no quiero amor. No quiero que me feliciten la Navidad. Lo hagan o no, la luz del sol seguirá brillando igual.
Quiero versos de las groupies de los poetas, y películas extrañas. Quiero decirle a ella, que en ser perfecta nadie la gana. Decirle que puede salir de sus 80, y venir al presente. Dejar a un lado a los Rodríguez, a los Ronaldos y a Tequila para ver que aun hay esperanza. La chica de Sabina. No llores más, y dejaré de hacerlo yo.
Y esta vez, dando la bienvenida al frío invierno, he visto un tímido rayo de sol escaparme de entre sus grises compañeras llamadas nubes que lo tenían aprisionado. Me he dicho a mi misma "Hoy es un nuevo día que mañana tendré que tirar a la basura junto con los demás días pasados."
Intentar vivir el presente y que te descuides un momento, y el presente se vuelva pasado, y tú te vuelvas pasado con él. Madrid está lejos, y yo no hago más que alejarme de ella. Pero Madrid siempre ha estado conmigo.
No en todos mis inviernos nieva.
La revolución empieza en Madrid, Algeciras, Vigo, Alicante. Y Pontevedra.


sábado, 17 de diciembre de 2011

"C'est la vie" say the old folks, It goes to show you never can tell.


Nadie me toma en serio, pero no me importa, yo sí que me tomo en serio. Y he estado reflexionando sobre lo que realmente merece la pena de esta vida. ¿Y si las cosas más simples, y si en esas cosas, es donde está la auténtica felicidad? A lo mejor, en un futuro, me veo sacando algo de dinero como camarera en un restaurante de carretera típico americano, con un peinado cincuentero, y con una respuesta ingeniosa para todo.
Y a lo mejor después me despiden, y decido a los pocos días, atracar el sitio de forma educada como Thelma, y huir a México con Louise.
Pero en cierto modo, nunca puedes decidir qué va a pasar, ni cómo. Pero sé más o menos sobre qué guión es el que quiero improvisar. Y ser impredecible, que me vean de otra forma. Algún día me cortaré el pelo como lo lleva Mia, de Pulp Fiction. Y bailaré en bares retro canciones de Chuck Berry.
También tengo pensado morir joven, pero no morir, fingir mi muerte, renacer de mis cenizas cual fénix. Porque, al igual que el fuego va consumiendo lentamente un cigarrillo, el tiempo nos arrebata la vida de forma lenta e imperceptible. La llama recorre la mecha hasta llegar al final y apagarse.
Pero en mi caso, al final de la mecha, hay una bomba.

jueves, 15 de diciembre de 2011

And you didn't like school and you know you're nobody's fool.


Te engañan, nos engañan. Me engañan.
Me hago ilusiones, me hago creer que soy feliz cuando realmente eso que llaman felicidad podría tenerlo de no ser porque me lo esconden. Según ellos para que aprenda a que todo en la vida no es lo que nos gusta, o en otras palabras, tienen envidia de que yo tenga suficiente fuerza de voluntad para conseguir que todo me vaya como me gusta.
La puta adolescencia, esa edad en la que por fin puedes desarrollar una opinión propia pero no hay nadie que la escuche. O peor, la escuchan, y se ríen de ti.
No pienso entrar jamás en esa máquina a la que muchos llaman vida, y no pueden alejarse más de esa palabra. Vivir no es sinónimo de existir.
No quiero ser otra oveja más del rebaño, no quiero ser una abeja obrera que sirve a su reina.
Ya no hay Madrid, ya no hay nada, no estoy nada motivada. Y sinceramente, no me importaría estar bajo tierra. Pero mi consuelo, mi único consuelo, es que me quedan cuatro años, sólo cuatro años. Y seré libre, pero libre de verdad, del todo.
Riéndome desde mi propio mundo, de los que en el suyo, son sólo engranajes de la máquina.
Es triste que las únicas personas que me comprenden mejor que nadie, estén dentro de esos preciosos discos de vinilo negro, y que sólo pueden manifestarse cuando los hago girar y la aguja roza sus surcos.

jueves, 8 de diciembre de 2011

All aboard that train.

Me atrae la idea, que una vez oí en una película, de irme a vivir a un país exótico y extraño para cambiar de vida. Alejarme del ajetreado mundo de Europa y escaparme al místico Marruecos, a la India, o cualquier país para mi desconocido.
E irme en tren, con no mucho dinero, y a lo mejor acompañada de alguna amiga soñadora. Cambiarme el nombre, cambiar mi vida.

martes, 6 de diciembre de 2011

A friend with needs is a friend indeed, a friend with weed is better.

Desde siempre nos acostumbran a diferenciar entre lo que está bien y lo que está mal. Está bien obedecer a tus padres y no destacar, está mal contestar con tu opinión si es distinta a la de tus superiores y hacer lo que quieras sin consultarlo.
¿Quién se supone que ha decidido lo que está bien y lo que está mal? El bueno siempre es el protagonista de la película, y el malo al final muere. Con eso nos enseñan que hay que ser buena persona porque si no lo pasas mal. Perdóname, Karma, por esto que voy a decir, pero sinceramente, ser el malo tiene que ser más divertido.
¡No digas palabrotas! ¡No pegues a tu hermano! ¡No comas eso! ¡No fumes! ¡No bebas! ¡No vayas con esa gente!
Crees que eres mejor por obedecer. Tus padres llevan repitiéndote lo mismo desde siempre, ellos han planeado tu vida. Y tu aceptas las órdenes. No las aceptes si no quieres. No tienes por qué hacerlo.
Al fin y al cabo vamos a morir todos. Realmente... ¿Quién puede confirmarme que está vivo? ¿Quién lo sabe? A lo mejor todo lo que conoces, todo esto a lo que llaman Realidad, es más irreal de lo que parece.
Todo lo que te gusta es malo, y todo lo malo te llama. No cometas el error, no escuches nunca Rock and Roll, porque entonces jamás podrás volver.
Y sin darme cuenta, me he convertido en esa clase de mala influencia de la que mis padres quieren protegerme.

sábado, 3 de diciembre de 2011

Crack baby crack, show me you're real.

Esta entrada va dedicada a una o dos zorras que alguna vez tuve el placer de conocer. Puede que sean más de dos.
Todos conocemos a alguna persona a la que nos encantaría meter una hostia sin piedad para que se le quite la tontería, pero tenemos que controlar nuestros instintos asesinos. Hablo de esas personitas con la hipocresía como principal ejemplo a seguir, que andan por ahí autocriticándose a ellas mismas, para que les recuerden lo guapísimas que son y lo buenas que están, por mucho que ellas lo sepan ya. No puedes venderte por ahí como si fueras una mierda con coño, si no quieres encontrarte luego cara a cara con las consecuencias. ¿Te divierte? A nosotros si que nos divierte ver cómo, ilusa, te crees una rompecorazones cuando no pasas de puta gratis. Entiendo que puedes hacer lo que te de la gana, y yo soy la primera que va por ahí diciendo que lo mejor es ser una zorra sin sentimientos. Pero si vas a ser una zorra, sé una zorra bien y con orgullo, no un órgano genital pegado al cuerpo de una chica.
Venga, huye, corre a hacerte fotos en sujetador enfrente del espejo de tu cuarto de baño para subirlas al tuenti.

If the sun refused to shine, I would still be loving you.

Estaba dispuesta a cantarte las canciones más bonitas que jamás se habían escrito, a rimarte versos que te harían llorar de emoción, pero sé que estas cosas ya no van contigo. No sé por qué me he esforzado tanto, si ha sido todo en vano. Soy un ser humano como otro cualquiera. Bueno, como otro cualquiera puede que no, pero soy un ser humano y por lo tanto tengo sentimientos. A veces no los controlo. A veces no controlo nada, nunca lo hago. Soy de esas personas que siempre piensan las cosas... sí, claro, pero una vez las he hecho.
Pero tras todas esas lágrimas que habré podido llorar por ti, sin conocer realmente la razón, estás tú. Y querría agradecerte todas esas maravillosas cosas que he aprendido porque me las he enseñado al igual que seguro que de mi algo has aprendido, todos esos buenos momentos, todo. Me encantaría de verdad agradecértelo, darte las gracias, darte un abrazo, y no volver a llorar más de tristeza o de verguenza. Pero ¿Sabes? Soy tan orgullosa que no creo que lo haga. Sí, no creo que lo vuelva a hacer. De todos modos, gracias.

jueves, 1 de diciembre de 2011

Science fiction, doble feature.


Quizá cuando la oscuridad tiñe el cielo de negro salpicado de estrellas, y la ciudad se vuelve peligrosa, hay personas que se levantan de su ataúd diario, y se preparan para morder el cuello de la más inocente víctima y beberse hasta la última gota de su dulce vino rojo al que llaman sangre, todo metafóricamente hablando. O no, quién sabe.
Coger un cohete a Transexual, en la galaxia de Transilvania, y ponerte un precioso traje de lentejuelas. Donde los hombres sean mujeres. Pero mientras tanto, en la tierra, será mejor que el Dr. Frank se quede en su castillo construyendo hombres perfectos.
Y vosotros, pequeños seres insignificantes y atónitos por lo que vuestos ojos ven, será mejor que os unáis a la fiesta y bailéis el Time Warp hasta que os desmayéis por puro cansancio. Porque cuando lo hagáis, no volveréis jamás a ser esas odiosas criaturas que fuisteis en un principio. Es el golpe pélvico el que realmente te enloquece.
En realidad ¿Qué hay de malo en que nosotros dos nos entreguemos al placer? Vamos, Brad, Janet no lo sabrá nunca, pero si se entera, no te preocupes, que ella se está tirando a Rocky y se ha convertido en una zorra de cuidado. Sinceramente, el mundo ha dado la vuelta en ese castillo tan underground. El telón se cierra. Y recuerda, siempre puedes ser lo que quieras. But...
DON'T DREAM IT, BE IT.

miércoles, 30 de noviembre de 2011

Just a little rain, Oh Yeah.

Os habréis dado cuenta ya muchos, al igual que me he dado cuenta yo, de que esta no es mi época. Y probablemente, si estáis leyendo esto, puede que a vosotros os pase lo mismo. Y yo me pregunto, ¿Por qué coño tuve que nacer justo en esta época y en este asqueroso lugar?
Puede que el puto Continental Hyatt RIOT House no vuelva a ser nunca más el lugar principal de las juergas del mundillo del Rock. Porque ¿Qué Rock queda ahora? Eh, no digo que haya muerto. Jamás. Tan sólo digo que se está muriendo. El puto Rock se está muriendo. Ya no hay Led Zeppelin, ya no hay Rolling Stones (bueno, sí, pero no es lo mismo que los Rolling de antes), y ya no hay ni Elvis Presley ni nada.
¿Sabéis qué, motherfuckers? Que os habéis cargado el Rock todos. Sobre todo muchas de esas estrellitas de Rock que estuvieron en lo alto y decidieron eliminar todo lo que le daba forma al Rock. La rebeldía, el desmadre, todo. Las groupies, las habitaciones de hotel destrozadas, los rumores terroríficos, la puta portada de la puta Rolling Stone, joder. ¿Eso a donde coño se ha ido?
Hay que recuperar el rock, tengo que recuperar el rock. Porque antes la muerte, que aceptar que no hay nada por hacer. Yo no he nacido para quedarme de brazos cruzados mirando videos de mis ídolos en el puto Internet. Si dicen que la moda es cíclica, más vale que sea así también con la música. Hay que vencer a la música comercial electrónica.
I know it's "only" Rock and Roll, but I like it!
Ya no se ven cosas como el puto disco Houses Of The Holy, no, joder. No creo que nadie, NADIE pueda hacer una canción como The Rain Song jamás. Porque es preciosa. Toda entera es preciosa, entera. Todo el disco lo es. Y lo que siento al escucharlo es dolor, un dolor como el de cuando estás enamorado y no eres correspondido. Porque es lo mismo. Los Zeppelin no volverán, pero quién sabe, a lo mejor el Rock and Roll sí.
BRING ME BACK TO THE SIXTIES.

domingo, 27 de noviembre de 2011

Excuse me while I kiss the sky.

Dios existe.
Toca la guitarra, murió con 27, es negro y hoy es su cumpleaños.
Y estarás ahí arriba, dando tus conciertos y quemando tus guitarras. ¿Arriba? ¿Abajo? Qué más da.

Who wants to sleep in the city that never wakes up?



La verdad es que me apasionan las grandes ciudades. Sí, no me considero una persona de campo. De verdad que me encantan las grandes ciudades cuando cae la noche, con sus luces de colores y sus llamativos carteles. Desaparece la frialdad de la ciudad de día para dar lugar a una invasión de las calles por jóvenes con ganas de comerse el mundo.
Los locos se mezclan entre las personas cuerdas, y terminan todos idos de la cabeza al final. Las luces de los coches compiten con las estrellas para alumbrar las calles y puede que la luna a lo lejos, fuera de la ciudad, sea el motivo de algún que otro aullido de lobo.
Vamos a perder esta noche juntos, y bailando en la calle. No importa, Madrid, Nueva York o Berlin. Todas las ciudades de noche son iguales, son las personas en sí lo que cambia.
Cada persona con su propia historia, su propio motivo, su propio lugar de procedencia y su propio destino. Layla anda tranquila con la cabeza bien alta y la sonrisa siempre dibujada en la cara. ¿Quién quiere dormir en la ciudad que nunca despierta?

sábado, 19 de noviembre de 2011

Nosotras tampoco somos groupies.

Baja la aguja del tocadiscos, y comienza a soñar. 
Yo siempre les digo a las chicas que no se preocupen, lo importante es no preocuparse, no tomarse nada en serio. Y si se sienten solas... siempre pueden ir a la tienda de discos a visitar a sus amigos.
Gafas de sol violetas, pelo rizado, y abrigo de piel. Lo puedes tener todo, pero siempre, siempre, te las apañarás para desear algo más. Siempre. Porque nos ponemos metas. No soy la más inidicada para decir esto (una aspirante a estrella de Rock pasando por groupie), pero habría que encontrar la manera de evitar ponernos metas. Quizás así seríamos felices de verdad, si es que la felicidad existe. 
Bailar antes de un concierto en la pista que en pocas horas se llenará de gente, sin que nadie te vea, y rodeada de rosas.
Pero siempre, siempre, mirando hacia delante, tras las gafas redondas y de color violeta. No digas si no puedes el nombre de la novia de tu amado, y usa a periodistas jóvenes como excusa para acercarte a éste. ¿Lágrimas entre risas? Agárrame, pequeña bailarina, y captura todos estos momentos con una cámara Polaroid. Porque puede que el pequeño periodista se enamore de ti, y quiera irse a Marruecos contigo, pero ese camino debes recorrerlo tú sola, mientras tu amado es portada de la Rolling.
Y tu meta es divertirte, sí, divertirte. No te importa lo demás, tú sólo quieres pasarlo bien, y estar con la gente que amas. Con la banda que amas, escuchando las canciones que tanto amas salir directamente de sus bocas y sus guitarras. Inspirar su música, y hacer rabiar a Miss Pamela. 
A lo mejor, Penny Lane y Miss Layla no son tan diferentes.

viernes, 18 de noviembre de 2011

I love Paris in Springtime.


Ya puedo decir que he paseado por los campos elíseos, que he visto caer las otoñales hojas de los árboles de Versalles y que he llorado de felicidad en el barrio de los pintores. Y entre esas calles que gritan libertad, y esa bohemia francesa que se respira, me acordé de Layla Rolling. Que no es más que mi alter-ego groupie. O quizás el alter-ego soy yo, quién sabe. El caso es que pensé que a Lay le encantaría.
Está decidido, viviré un año en mi amado Montmartre. Y después, tras un año de sueños y arte, puede que vuelva a la realidad. Si es que encuentro el camino, porque esa realidad de la que me hablan es algo que nunca he podido conocer. 
Levantarme una mañana por los rayos de sol, vestir falda, ponerme flores en el pelo, y salir a oir cantar a la guitarra de músicos anónimos que seguirán siempre en el anonimato mientras un leve olor a pintura proveniente de los lienzos de los pintores callejeros llega a mi nariz. Pintar toda mi casa y convertirla en arte abstracto. Componer un disco de música folk, pasear bajo la sombra de los cerezos en flor, y sonreirle a los extraños. Enamorarme y desenamorarme, reír y llorar. 
Quizás encuentre a un Syd Barrett francés al borde de la locura, y quizás el encuentre en mi lo que buscaba. Quizás siga sola durante todo mi camino. Lo que sé es que sería como un año en el paraíso, o en lo más parecido que jamás he visto. Será la época que yo quiera, y yo seré lo que quiera ser.

miércoles, 19 de octubre de 2011

¿Para qué crecer? ¿Para qué?

Huele a otoño. Es otoño.
Veo las hojas caer y reflexiono. No quiero que eso me pase a mi, no quiero tornarme rojiza, agrietarme, desprenderme de mi rama y caer en el suelo, siendo amortiguada mi caída por más hojas que allí tiradas esperan a que alguien las rompa de un pisotón, o a terminar entre barro y tierra.
Tengo 14 puñeteros años. ¡14! Y si yo quiero puede ser la mejor época de mi vida. Adiós a las prohibiciones, adiós a obedecer, adiós a todo. No necesito tener 18. Porque en el momento que los tenga, no tendré contra qué rebelarme, lo tendré todo hecho. ¡Soy adolescente! ¡No voy a pasarme toda la adolescencia llorando en mi cuarto por lo injustos que pueden llegar a ser mis padres! Y juro desde este momento e instante no volver a pasarlo mal por nadie. Prometo no enamorarme. Prometo no enamorarme más de lo que ya estoy enamorada, porque hay un amor que siento en cada uno de mis poros hacia eso a lo que llaman Rock and Roll, la pose rockera a la que tachan de comercial, esas canciones que me aíslan del mundo, y esas personitas que están detrás a las que amo tanto como odio por ser tan perfectas. Y que si quiero puedo ser una groupie, que si quiero puedo ser mejor que Lori Maddox o que Pamela Des Barres, o que Anita Pallenberg, pero nunca mejor que Iria Sabina. Porque esta última, es la groupie perfecta.
¡Prometo! ¡Y prometo de verdad no como esos señores trajeados que salen en la tele! ¡Prometo tener a mi instinto como único líder, y que mi religión será la libertad! Me han costado muchas lágrimas llegar hasta este punto en el que estoy confiada. Y creo que no se repetirá eso de agobiarme por no poder ser tan increíble como... bueno, ellas saben que hablo de ellas. Porque algún día brillaré como ellas. Pero no más. Y me queda mucho camino por recorrer, pero si no empiezo ahora no me dará tiempo. ¡Es hora de cometer locuras de las de verdad! ¡De no quedarme apalancada en mi casa tumbada en mi cama sin saber qué hacer! Lo prometo. Cuando sienta que es el momento, huiré. De momento, esperaré, pero no mucho tiempo, escribiendo chorradas de estas, soñando con Madrid, y enamorándome más a cada página que leo de Holden Cauldfield.
May I stay FOREVER YOUNG.

domingo, 9 de octubre de 2011

Felicidades, John.

¿Qué puedo decir de ti que no se haya dicho ya? No importa que estés muerto físicamente. Tú vas a seguir vivo siempre, porque vives en cada uno de nuestros corazones, John. Felices 71, allá donde estés. Te queremos.

sábado, 8 de octubre de 2011

Now she walks through her sunken dream.

¿Qué le hago? ¿Qué le hago si miro a mi al rededor y aunque hay demasiada gente estoy sola?
Quiero ser libre, quiero ser libre. No, mentira. Me basta con sentirlo, con oler la libertad. Y he derramado lágrimas innumerables veces, no de tristeza, sino de impotencia. Porque me creo que puedo volar pero me faltan las alas.
¿Y qué soy? Soy una copia barata de esas chicas increíble a las que admiro y a las que les gusta llamarme todo lo que ellas son. Cuando yo ni les llego a la suela del zapato.
VALOR. Valor es lo que me falta, joder. Quiero ser Iria. Quiero ser Lara. Quiero ser Hei Lei.
Y es curioso, es curioso. Mi "mejor amiga" está hasta el mismísimo de mi, seguro. Porque en el fondo no me conoce. Ni siquiera lee esta mierda. Nadie lee esta mierda. Porque en parte escribo para mí. Y parece que sólo soy la niña loca... ¿Qué digo loca? NIÑA GILIPOLLAS que sólo sabe hacerse la graciosa y que realmente no le importa a nadie. La pesada, la que sólo llamamos para salir para que se traiga su semi réflex.
Y lo curioso es que subestimo a la verdadera gente a la que quiero aquí. Son tres o cuatro personitas a las que nunca había prestado especial atención pero que realmente son increíbles. Aunque eso es otro tema. Ellas son las únicas que tengo a las que puedo ver todos los días que quiera.
Pero luego están las otras a las que por mucho que quiera no puedo. Mentira... Poder puedo. Pero soy una puta cobarde de mierda que lo único que sabe es escribir las ganas que tiene de hacer cosas que nunca hace.
Dios, pasad de mi, no sé ni lo que escribo. Tengo tantas cosas que decir... tantas cosas que nunca he dicho, tantos pensamientos que se quedan siendo solo eso, pensamientos...
Quiero ser yo. Pero no puedo sé cómo.

jueves, 6 de octubre de 2011

Bienvenidos.

Aquí estamos. En esta pequeña porción de esta pequeña porción de universo a la que llamamos Planeta Tierra, vais a poder descubrir mil maravillas que el ojo humano ve pero ignora. Aquí las mujeres son hombres y los hombres son mujeres. Todo es en blanco y negro pero a la vez colorido. De un color que no puede reflejarse ni en las más brillantes y llamativas flores de toda la jungla que rodea el Amazonas. Dentro, bajo este pequeño gran techo de tela -concretamente terciopelo rojo- vais a vivir experiencias que harán que las que viváis fuera os parezcan minúsculas. Así pues, bienvenidos. Los animales hablan, las personas rugen. El cielo se funde con el infierno para crear este lugar en el que el tiempo no es más que algo que pasa ajeno a las enrevesadas mentes de vosotros, los espectadores. Ah, los espectadores... ¡Los jueces! Que vosotros con un aplauso o con un abucheo decidís la suerte de el pobre que actúa para entreteneros. ¡Pero no habéis pagado en vano! ¡No! ¡Porque aquí os vais a divertir! Ahora debo pedirles que se agarren a sus asientos, porque este circo vuela. Sí, han oído bien. VUELA. Vuela hacia donde ustedes quieran llevarlo, a donde ustedes quieran dirigirlo. Pero tranquilos, que aunque vuele, seguirá tan pegado al suelo como el ancho trasero de aquella señora se encuentra pegado a su asiento. Y si quieren ustedes, puede llover aquí dentro. Si lo prefieren, hará sol y los rayos de sol atravesarán la carpa de arriba a abajo y de izquierda a derecha. Hará calor, hará frío. Porque vosotros y no yo, sois los directores de la función. ¡Y ahora, si me disculpan, debo dar comienzo a esa series de maravillas que van ustedes a vislumbrar desde sus asientos!

miércoles, 5 de octubre de 2011

Hoy mi boca calla, pero mi mente grita FELICIDAD.

 
Porque hoy para mí no hay viento, hay una leve brisa fría otoñal que da movimiento a mi pelo. Porque hoy para mí no hay un amado, hay amor repartido por ahí. Porque hoy en la música veo música y no sólo sonido. Porque hoy dibujo algo y cobra vida, pienso algo y también lo hace.
Felicidad sin motivo alguno. Uno de los mejores tipos de felicidad.
Porque hoy soy Layla Rolling, digan lo que digan. Porque hoy mi sonrisa se contagia. Porque mi cámara hoy plasma en imágenes lo que quiero. Porque hoy estoy viva, y más que nunca.
Porque ya estoy en Madrid aunque me queden tres meses. Porque hoy compongo poemas en cada hoja desperdiciada de una libreta. Porque hoy todo va bien. Porque nada me va a estropear este increíble día. Porque hoy no quiero rebelarme como de costumbre. Hoy soy feliz. Mañana puede que no. Pero me quedo en el presente.
Y quizás mañana sueñe con el pasado.
¿Pero qué más da?

sábado, 1 de octubre de 2011

Who are you?

¿Quién eres tú, que cuando te quieres dar cuenta ya es demasiado tarde?
¿Quién eres tú, que hueles la libertad pero te limitas a respirar el aire?

Si tuviera una respuesta, si supiera responder.
Pero este no es el caso, tampoco lo fue ayer.

Y entre miradas de gente anónima,
escuchando a una Janis falsa,
bailando poco y sin sentirme viva,
pensé "en este momento, el tiempo no pasa".

Pero pasó, el tiempo,
como la arena que aunque no quiera se me escurre entre los dedos,
como las grandes oportunidades que se escapan por culpa de mis miedos.

¿Quién soy yo, que me escondo tras una máscara para decir toda la verdad?
¿Quién soy yo, que no sé ni lo que hago ni sé lo que quiero en realidad?

viernes, 30 de septiembre de 2011

¿Sabéis de qué tengo ganas?

De levantarme ahora mismo, coger una mochila con algo de ropa dentro, dinero, y salir por la puerta sin despedirme de nadie. Sin rumbo, sin destino. Pero si eso pasa, no será hoy. Aun tengo muchas cosas por hacer aquí.
Y la verdad es que estoy mucho mejor de ánimos que ayer, que estaba bastante mal.
También tengo unas ganas enormes de que estos tres meses pasen rápido. Una vez pasen, me esperan tres también. No meses, sino días. Concretamente los mejores de mi vida, y los pasaré en Madrid con gente a la que no quiero. No los quiero. LOS AMO.
Va a ser legendario. Sin padres, sin preocupaciones. Dentro de una burbuja de 1969. Porque esto va a ser increíble. Y estoy contando los días para esas dos o tres noches sin dormir con Lara, gritando al ver el Live in Pompeii de Pink Floyd. La tarde que quedemos con toda la gente, en el Retiro, a tocar la guitarra. Porque tengo motivos por los que sonreír. Y ahora mismo, no entiendo por qué no sonreía ayer.
Quizás es porque la adolescente normal y con complejos que llevo dentro se empeña en salir. Pero tranquilos, todo controlado, espero que no vuelva a salir más.
Pues eso, que tengo ganas de que llegue Navidad. Para irnos a Ibiza con una bolsa de libras sin cambiar, para comernos el planeta Venus. Para ser Banderas. Seremos Margarett y Layla. Cuento los días. Las horas. Los segundos.

Ch-ch-ch-ch-changes!

Me harté de mi otro blog. Tenía ya demasiada mierda en él, así que me he hecho uno nuevo. Espero no estropearlo como hice con el anterior con tanta entrada hipócrita y chorra.